SESIONES ORDINARIAS

 

1999

 

ORDEN DEL DIA N ° 2415

 

COMISIONES DE DEFENSA NACIONAL Y DE PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO

 

Impreso el día  1° de septiembre de 1999

 

Término del artículo 113: 10 de septiembre de 1999

 

SUMARIO: Gendarmería Nacional Argentina. Homenaje a la misma por su bautismo de fuego en acción de combate, ocurrido en 1982, en las islas Malvinas, durante la Guerra del Atlántico Sur. Allende y Pepe. (2364-D-1999)

 

Dictamen de las comisiones

 

Honorable Cámara:

 

Las comisiones de Defensa Nacional y de Peticiones, Poderes y Reglamento, han considerado el proyecto de resolución de los señores diputados Allende y Pepe, por el que se rinde homenaje a la Gendarmería Nacional Argentina por su bautismo de fuego en acción de combate, ocurrido durante la guerra del Atlántico Sur; y, por las razones expuestas en el informe que se acompaña y las que dará el miembro informante aconsejan su aprobación.

 

Sala de las comisiones, 26 de agosto de 1999

 

Juan M. Casella - Luis M. Obarrio - Miguel A. Robles - Jorge E. Benedetti - Pedro Salvatori - Héctor A. Gatti - Miguel A. Alterach - Alfredo E. Allende - Juan P. Baylac - José I. Caferata Nores - Carmen. del Rosario Caillet - Dante M. A. Caputo – Marta E. Cardoso - Julio C. Díaz Lozano - María R. Drisaldi - Guillermo A. Francos – Dulce Granados - Alberto Herrera - Elsa I. López - Juan C. Olima - Juan C. Pezoa - Héctor T. Polino - José A. Recio - Juan A. Silva Casanova - Ramón H. Torres Molina

 

Proyecto de resolución

 

La Cámara de Diputados de la Nación

 

RESUELVE:

 

1° - Rendir homenaje a la Gendarmería Nacional Argentina por su bautismo de fuego en acción de combate, ocurrido en 1982 en las islas Malvinas, durante la guerra del Atlántico Sur.

2° - Desarrollar al efecto un acto público de homenaje en dependencias del Congreso de la Nación.

3° - Entregar a cada uno de los participantes en esa acción o a sus deudos, un diploma recordatorio del homenaje.

 

Alfredo E. Allende - Lorenzo A. Pepe

 

INFORME

 

Honorable Cámara:

 

Las comisiones de Defensa Nacional y de Peticiones, Poderes y Reglamento, al considerar el proyecto de resolución de los señores diputados Allende y Pepe, creen innecesario abundar en más detalles que los expuestos en los fundamentos, por lo que los hacen suyos y así lo expresan.

 

Juan M. Casella

 

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

Durante la guerra del Atlántico Sur la Gendarmería Nacional Argentina destacó un escuadrón especial a las islas Malvinas. Fue agregado a misiones orgánicas del Ejército Argentino y recibió su bautismo de fuego en acción de combate el día 30 de mayo de 1982. Tal bautismo de fuego no fue gratuito: siete de sus miembros ofrecieron su vida en esa campaña.

El 28 de mayo de 1982 se constituyó formalmente en Comodoro Rivadavia una compañía de tropas especiales de la Gendarmería Nacional con sesenta y cinco hombres, procedente de diversas unidades, bajo el mando del comandante José Ricardo Spadaro. Esa misma noche, el comando del escuadrón, la fracción de empleos especiales -cuarenta hombres- fueron trasladados modo aéreo a Puerto Argentino, quedando el resto del escuadrón recientemente constituido a la espera de su transporte, que posteriormente no se pudo concretar.

Es importante tener en cuenta las dramáticas circunstancias que vivían en las islas Malvinas las fuerzas argentinas al constituir y trasladar esta unidad. La fuerza expedicionaria británica ya había desembarcado en San Carlos y en Puerto Darwin, se había desarrollado el combate de Pradera del Ganso y las tropas invasoras convergían en fuerza sobre Puerto Argentino, al que cercaban por todos los sectores terrestres.

En esas circunstancias, el personal destacado de la Gendarmería Nacional no estuvo inactivo. A treinta y seis horas de su arribo, el Escuadrón "Alacrán" -nombre dado a la unidad- fue agregado a la Compañía de Comandos 602 del Ejército Argentino para llevar a cabo una difícil misión en posiciones adelantadas a la primera línea propia. El personal de Gendarmería Nacional debía ocupar dos posiciones avanzadas en el extremo del arco defensivo exterior de Puerto Argentino, mientras otras tres debían ser cubiertas por las compañías de comandos 601 y 602, para batir aproximaciones helitransportadas del enemigo y luego, si eran sobrepasadas por el avance de la infantería británica, atacar su retaguardia. La misión era realmente compleja, osada y de alto riesgo. Las posiciones asignadas a la Gendarmería Nacional estaban en contacto con el mar y por ende, sometidas además al fuego de bombardeo naval y a la posibilidad de nuevos asaltos anfibios.

El 30 de mayo, aproximadamente a las 10 horas, durante el traslado modo aéreo de la primera fracción, al volar el helicóptero Puma del Ejército Argentino en cercanías del Monte Kent, recibió un impacto de cohete que lo derribó. La aeronave se incendió al hacer contacto con el suelo y finalmente estalló. Fallecieron seis hombres de la Gendarmería Nacional: primer alférez Ricardo J. Sánchez, subalférez Guillermo Nasif, cabos primeros Mariano Verón y Víctor S. Guerrero, cabo Carlos I. Pereyra y gendarme Juan Carlos Treppo, pese a los esfuerzos de los sobrevivientes, que a cargo del segundo comandante Jorge Enrique San Emeterio, con valor y arrojo y arriesgando sus vidas, evacuaron a los heridos y los imposibilitados, entre ellos los muertos, antes de la explosión final de la aeronave. Los sobrevivientes se replegaron por sus propios medios. Este desgraciado suceso y la certeza de que las fuerzas avanzadas británicas habían ocupado previamente las posiciones asignadas, hicieron abortar la misión original.

Pero la actividad prosiguió y sólo un día después del accidente, los efectivos de la Gendarmería Nacional  -entre ellos los sobrevivientes del mismo- se empeñaron en la misión de proveer seguridad táctica a una compañía de ingenieros del Ejército Argentino, en proximidades del cerro Dos Hermanas. Y otras más diversas en días sucesivos, todas con las características y riesgos propios de las operaciones especiales, debiendo en algunos casos oponerse a las actividades del mismo tipo llevadas a cabo por las tropas británicas.

En la noche del 9 al 10 de junio, el Escuadrón Especial de Gendarmería Nacional se desplegó en posiciones avanzadas al perímetro defensivo propio junto con las compañías de comandos 601 y 602 para desde allí efectuar operaciones especiales en apoyo de las operaciones de las unidades en primera línea y combatir cuando se produjera el asalto final. Como primera acción, la compañía de comandos 602, reforzada por personal de Gendarmería Nacional, preparó una emboscada en la zona del monte Muro, 3 kilómetros al oeste de la posición que ocupaba el Regimiento de Infantería IV.

Al avanzar las fuerzas especiales SAS sobre esa posición, se llevó a cabo un contraataque que, luego de una hora y media de intenso combate, produjo numerosas bajas al adversario (no menos de diez) y la muerte heroica de tres miembros del Ejército Argentino. Como resultado de esa acción se aniquiló una patrulla de fuerzas SAS y se destruyó un puesto de observación adversario.

La cuota de caídos y heridos de la Gendarmería Nacional volvió a incrementarse el día 11 de junio, al morir por efecto del fuego adversario el sargento ayudante Ramón G. Acosta y resultar herido el gendarme Paulo Parada.

Las tropas de la Gendarmería Nacional ocuparon las posiciones asignadas y en la noche del 13 al 14 de junio no tuvieron contacto con el enemigo. El día 14 de junio, como recordamos con tristeza y dolor, cayó Puerto Argentino y el personal sobreviviente fue capturado como prisionero de guerra.

El valor, el arrojo y la abnegación no son patrimonio exclusivo de la Gendarmería Nacional. En Malvinas lo demostraron los miembros del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Prefectura Naval que tuvieron oportunidad de enfrentar al enemigo. Pero sí es conveniente destacar que el personal de la Gendarmería Nacional demostró una vez más, ahora en combate militar, que está preparado, con abnegación, valor y arrojo, para encarar las misiones que se le encomienden, sin reparar en su complejidad y riesgo.

Los integrantes del Escuadrón Especial de la Gendarmería Nacional que intervinieron en las acciones, cuya nómina se detalla a continuación, recibieron la condecoración del Honorable Congreso de la Nación –ley 23.ll8- y los reconocimientos individuales que se citan en cada caso:

- Comandante José Ricardo Spadaro: mención del comandante en jefe del Ejército por su desempeño en campaña y condecoración del Ejército Argentino medalla al mérito militar en el grado de Gran Comendador.

- Comandante Hugo Alberto Díaz.

- Comandante Carlos Saturnino Vega.

- Segundo comandante Jorge Enrique San Emeterio: medalla de la Nación Argentina al valor en combate.

- Segundo comandante Carlos Eduardo Miguel Santo.

- Primer alférez Alfredo Néstor Gómez del Junco.

- Primer alférez Ricardo Julio Sánchez (muerto en la campaña) : medalla de la Nación Argentina al muerto en combate.

- Subalférez Oscar Rodolfo Aranda.

- Subalférez Miguel Angel Puentes.

- Subalférez Guillermo Nasif (muerto en la campaña) : medalla de la Nación Argentina al muerto en combate.

- Sargento ayudante Natalio Jesús Figueredo: medalla de la Nación Argentina al valor en combate.

- Sargento ayudante Ramón Gumersindo Acosta (muerto en la campaña: medalla de la Nación Argentina al muerto en combate y medalla de la Nación Argentina al valor en combate.

- Sargento primero Miguel Víctor Pepe: medalla de la Nación Argentina al valor en combate y condecoración del Ejército Argentino medalla al mérito militar en el grado de Gran Comendador.

- Sargento Justo Rufino Guerrero: medalla de la Nación Argentina al herido en combate.

- Cabo primero Carlos Alberto Olivas.

- Cabo primero Juan Alberto Fleitas.

- Cabo primero Luis Alberto Kovalski.

- Cabo primero Marciano Verón (muerto en la campaña) : medalla de  la Nación Argentina al muerto en combate.

- Cabo primero Blas Fanor Montellanos.

- Cabo primero Víctor Samuel Guerrero (muerto en la campaña): medalla de la Nación Argentina al muerto en combate.

- Cabo primero Agustín Jara.

- Cabo primero Miguel Edgar Echeverría.

- Cabo primero Jorge Omar Trangoni.

- Cabo Carlos Misael Pereyra (muerto en la campaña) : medalla de la Nación Argentina al muerto en combate.

- Cabo Miguel Angel Lencina.

- Gendarme Julio Ramón Bento.

- Gendarme Máximo Ramón Molina.

- Gendarme Pablo Daniel Parada: mención del comandante en jefe del Ejército por su desempeño en la campaña.

- Gendarme Julio Demos Capandegui.

- Gendarme Juan Carlos Acosta.

- Gendarme Víctor José Ferreyra.

- Gendarme José Isidro Ferreyra.

- Gendarme Alfredo De Bernardo.

- Gendarme Juan Carlos Pardo.

- Gendarme Santiago Ramón Sena.

- Gendarme Angel Andrés Huenchul.

- Gendarme Ramón Duarte.

- Gendarme Juan Carlos González.

- Gendarme Miguel Angel Notarnicola.

- Gendarme Juan Carlos Treppo (muerto en la campaña) : medalla de la Nación Argentina al muerto en combate.

Los hechos aquí glosados están históricamente reconocidos, pero son poco conocidos y difundidos. Si bien se otorgaron las distinciones individuales precitadas, el hecho no ha sido conmemorado aún en el marco de solemnidad que le corresponde. Es por ello que a diecisiete años de los sucesos, se propone este homenaje.

El mismo no pretende ser una elegía a la violencia, cuyas expresiones lamentamos, sino un reconocimiento formal de este hito crucial en la historia institucional de la Gendarmería Nacional, que una vez más empeñó sus recursos humanos en defensa de nuestra soberanía.

En rigor de verdad, se debe mencionar expresamente en estos fundamentos que, si bien éste fue el bautismo de fuego en combate militar, la institución ya había estado sometida a los rigores cotidianos propios de su condición de "centinela de la patria" y que sus armas ya habían sido templadas en numerosos hechos en defensa de la integridad territorial. El que tuvo mayor difusión y trascendencia ocurrió en1965, cuando bajo directivas precisas del Poder Ejecutivo nacional, ejercido por don Humberto Illia, rechazó por la fuerza una patrulla de carabineros de Chile asentada en Puerto Arbilla, en la zona de Laguna del Desierto, durante el cual resultó muerto un oficial chileno. Ese tipo de episodios a lo largo de nuestra dilatada frontera con nuestra hermana Chile ya ha sido superado, gracias al acuerdo que existe entre ambas naciones. Pero la Gendarmería Nacional sigue comprometida en la defensa de nuestras fronteras y debe enfrentar nuevas amenazas provenientes de delincuentes que pretenden violar nuestras leyes.

Por todo ello es que requiero de la Cámara de Diputados de la Nación la aprobación de la resolución que propongo en este expediente.

 

Alfredo E. Allende - Lorenzo A. Pepe